sábado, 7 de agosto de 2010

Ayuntamientos de Valdepiélago, Lugueros, Santa Colomba, Villarrasil y La Vecilla. León. España. 2010

Alcalde del ayuntamiento de Valdepiélago Dn. Julio González Hernández
Registros históricos familiares en el ayuntamiento de Valdepiélago
Alcalde del ayuntamiento de Lugueros Dn. Emilio Orejas Orejas
Ayuntamiento de Lugueros
Alcaldesa del Ayuntamiento de Santa Colomba Dña.Avelina Martínez Suárez
Villarrasil
Alcaldesa del ayuntamiento de La Vecilla Dña. Manuela García
Bus Diputación Provincial de León
Padre Manuel Rodriguez Diez, organizador y guia del recorrido por los ayuntamientos, coordinador del homenaje a la Familia García en la Diputación Provincial de León, búsqueda de familiares e investigación del árbol genealógico; Dora, Raquel y Carmen García Álvarez.
"De genealogías y otras cosas".
Escrito por el padre Manuel Rodríguez Díez en "La vuelta a España después de 100 años" (Editorial Dunken, 2013).
...Un par de días después y usando un colectivo que amabilísimamente puso a nuestra disposición la Diputación Provincial, iniciamos lo que sería un peregrinaje emotivo hasta más no poder, tanto para los Garcías argentinos como para los españoles que se unieron a la excursión.
La comenzamos por la parte sur del Valle del Curueño y paramos en cada pueblo donde los García tenían raíces, lo que supuso paradas en casi todos ellos: Barrillos, Santa Colomba, Sopeña, La Cándana, La Vecilla, Valdepiélago, Montuerto, Nocedo, La Braña, Arintero, Tolibia y Lugueros.
En varios de ellos había dejado preparado en las iglesias los libros parroquiales para que los García, argentinos y españoles, pudiesen ver los originales de partidas de bautismo, matrimonio o defunción de abuelos, bisabuelos, tatarabuelos… Yo, que no era parte del clan......, estaba casi tan emocionado como ellos. Además, en los cuatro ayuntamientos que hay en el valle, los García fueron recibidos y agasajados por los respectivos alcaldes.
....Tras la parada en Nocedo, el colectivo siguió Curueño arriba (bueno, por la carretera, no navegando) y a unos dos kilómetros, paró al borde de la estrecha carretera que está a punto de introducirse en Las Hoces o desfiladero que por allí comienza. No se veía más que el río a nuestra derecha y las montañas a ambos lados.
Cuando anuncié que allí estaban las ruinas de Villarrasil, casi se podía palpar la emoción....
Cada vez que paso por allí ahora, que es muy a menudo, creo ver, que la yerba de la ladera y entre las ruinas tiene un verde especial, muy especial: el resultado de haber sido regada por las lágrimas de tres venerables ancianas argentinas que, podían besar el suelo que cien años atrás su madre y sus inmediatos antepasados habían pisado.
Y algo de ese suelo se encuentra ahora en la Patagonia argentina tras haber sido recogido por ellas con el mismo respeto y devoción con que se manejan las reliquias de los santos.

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